Pasó el tiempo y también mi juventud, y después de mucho sacrificio logré tener mi propio desván, El Desván de la aurora, mi habitación mágica e intemporal. ¡Oh, si! Fue un momento glorioso, pues desde mi pequeño desván podía conectar con ese mundo misteriosamente bello y sutil, donde nacen los sueños , y viajé a otros lugares y a otras épocas. Cada tarde y sobretodo cada amanecer, en esa hora serena y silenciosa, donde no es de noche ni de día, subía a mi desván, y entre cartas , poemas y libros polvorientos se iba forjando la escritora que había en mi. ¡Mi amado desván! Mi cuarto secreto y fantástico, hasta que un día de improviso, desapareció, sin dejar rastro..
¡Cuantas lágrimas derramé! Busqué y busqué, y no hubo forma de recuperarlo..
Era como si el polvo de los sueños se lo hubiera tragado, devolviéndolo a su universo natural..
Pero, ¿y yo..? Yo perdí hasta la inspiración, la fuerza creadora que me había hecho imaginar por un tiempo que podía llegar a ser una gran escritora, desmotivada ante la imposibilidad de recuperar mi desván dejé de escribir, y también de soñar..
Hasta que una mañana descubrí otra entrada secreta en el viejo pasadizo de la memoria, y después de cruzar un inmenso laberinto de sombras y amargos recuerdos, di con mi amado desván..Allí en el punto exacto donde la aurora desgrana su purpúrea magia, estaba mi desván, con las puertas de par en par, como esperándome.."
Hoy abre sus puertas de nuevo para todos vosotros, los que hicisteis posible que mi desván fuera conocido en todas partes, acompañándome y alentandome con vuestros bellos comentarios.
Bienvenidos de nuevo!
Aquí me encontraréis..

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